Joe Biden ya es el Presidente # 46 de Estados Unidos

Joe Biden ya es el presidente # 46 de Estados Unidos. Desde el siete de noviembre, cuando fue declarado vencedor de las elecciones y Donald Trump se negó a aceptar su derrota, Estados Unidos ha contenido la respiración, sobre todo desde que hace dos semanas una turba de simpatizantes del presidente asaltó el Capitolio escribiendo una negra página de la historia del país. La espera ha terminado. "La democracia ha prevalecido", ha dicho Biden en su discurso inaugural.

Poco antes de las doce del mediodía, en un clima de ansiedad nacional único, con un despliegue de seguridad sin precedentes en Washington, a sus 78 años, Biden al fin ha prestado juramento: “Yo, Joseph R. Biden, juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y, con lo mejor de mi capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos”.

Biden ha cumplido el rito con la mano izquierda posada sobre una gruesa Biblia de 127 años de antigüedad, propiedad de su familia que es testigo de la dilatada carrera política del demócrata. Es el libro sobre el que ha jurado todos los cargos oficiales que ejercido desde que fue elegido senador por primera vez en 1973 a vicepresidente, en el 2009, cargo que desempeñó durante ocho años al lado de Barack Obama, con quien formaron uno de los tándems presidenciales más eficaces de la historia de EE.UU.

Instantes antes que Biden, la californiana Kamala Harris, de 56 años, ha hecho historia al convertirse en vicepresidenta de EE.UU. Es la primera mujer que llega a este cargo, negra además y de ascendencia india, rasgos que explican el entusiasmo que su elección ha generado en muchas comunidades del país, cada vez más diverso y mestizo. Harris, que se considera a sí misma una “hija del optimismo”, ha jurado el cargo sobre dos Biblias. Una perteneció al juez negro Thurgood Marshall y la otra a Regina Shelton, a quien se refiere como su segunda madre. Harris ha prestado juramento ante la juez Sonia Sotomayor, la primera hispana en el Tribunal Supremo.

"Este es un día de historia y de esperanza", ha dicho Biden en su discurso inaugural, consagrado a su propósito de unir al país. "Celebramos el triunfo de una causa, la causa de la democracia. Es frágil, preciosa. La democracia ha prevalecido".  Este, ha proseguido Biden, consciente de las dramáticas circunstancias en que toma las riendas del país, “es un momento de crisis y de desafíos". "La unidad es el camino adelante. Y debemos estar a altura como los Estados Unidos de América. Si hacemos eso, os garantizo que no podemos fallar", ha recalcado Biden, inyectando esperanza a su mensaje.

El nuevo presidente hereda un país aún más dividido que el que hace cuatro años recibió a Donald Trump, el gran ausente en la ceremonia de hoy. Combatir las mentiras, ha defendido Biden, es el primer paso para "sanar las heridas". "Existe la verdad y existen las mentiras, las mentiras que se dicen por afán de poder y para sacar provecho... Todos nosotros tenemos la responsabilidad y el deber de defender la verdad y vencer las metiras", ha reclamado Biden.

El discurso ha tenido lugar en el mismo escenario donde hace solo dos semanas miles de simpatizantes del ya expresidente Trump se agolparon para asaltar al Capitolio convencidos de que él fue el legítimo ganador de las elecciones. Entre el público, estaban varios líderes republicanos que han señalado a Trump como responsable del ataque, como el senador Mitch McConnell, pero también algunos de los políticos que han difundido las mentiras del presidente, como el senador Ted Cruz.

Amante de la literatura y los símbolos, Biden es una persona muy meticulosa que ha trabajado durante meses en su discurso inaugural, titulado “Unir a América”. A continuación del presidente ha tomado la palabra la joven poetisa negra Amanda Gorman, de 22 años, que ha dejado al auditorio y al país sin respiración con su potente composición, inspirada en el asalto al Capitolio, coronada por la interpretación de 'Amazing Grace' por el cantante de country Garth Brooks. Políticos aparte, la estrella incontestable de la jornada ha sido Lady Gaga, responsable de cantar el himno nacional al comienzo del acto, al que ha llegado con un gigantesco broche con una paloma con una rama de olivo en la solapa y un despampanante vestido de cola rojo y ayudada por un oficial para no caerse. Agarrada a un micrófono dorado y ante los ojos de incredulidad de los jóvenes presentes en la ceremonia, Lady Gaga no ha defraudado.

La pandemia ha obligado a cancelar el tradicional almuerzo del nuevo presidente y su número dos con los miembros del Congreso. Tras la ceremonia, el presidente Biden y la vicepresidenta Harris han pasado revista a las tropas y tienen previsto desplazarse al cementerio militar de Arlington, acompañados de Bill Clinton, George Bush y Barack Obama, para participar en una ofrenda de flores en la tumba del soldado desconocido. 

Debido a la pandemia, pero también por motivos de seguridad, el tradicional desfile del nuevo presidente por la avenida de la Constitución y la avenida de Pensilvania hasta la Casa Blanca ha sido sustituido por un acto virtual, un producto pensado para la televisión. Biden se pondrá a trabajar nada más llegar a la Casa Blanca. Su plan es firmar más de una docena de órdenes ejecutivas con las que cancelar algunas de las decisiones adoptadas por Trump y aprobar nuevas medidas para combatir la pandemia y la crisis económica.


Por: Beatriz Navarro//La Vanguardia